Las pérdidas de calor suceden por el movimiento del aire que permite la transferencia de calor del cuerpo del ave con el aire. Este proceso puede estimularse cuando se aumenta la velocidad del aire alrededor del ave.
Es la transferencia de calor de superficie a superficie. Normalmente carece de importancia ya que la superficie de contacto es pequeña y la temperatura de la cama o la jaula no es significativamente diferente del cuerpo del ave, excepto si no se hacer un precalentamiento de la nave en la recría.
Es la trasferencia de calor de un objeto caliente a uno frío. La perdida de calor es proporcional a la diferencia de temperatura entre la superficie del cuerpo y el aire alrededor.
Las aves usan la evaporación para estabilizar la temperatura aumentando la frecuencia respiratoria mediante el “boqueo”, lo cual es muy efectivo en momentos de calor.
Una temperatura uniforme en toda la granja es muy importante. Un buen manejo de la ventilación y el aislamiento térmico deben de reducir o eliminar las variaciones de temperatura, especialmente las que ocurren entre día y noche.
La temperatura no debe ser un parámetro independiente del bienestar, sino debe considerarse en combinación con la humedad. Además, la velocidad del aire es muy importante como factor que limita la percepción que el ave tendrá de la temperatura.
Las temperaturas altas, especialmente por un tiempo prolongado, pueden causar pérdidas significativas en las granjas de puesta. Los efectos del estrés térmico son el retraso del inicio de puesta, baja producción, descenso del consumo y un aumento de la mortalidad. Por tanto, para minimizar las pérdidas económicas, hay que realizar lo posible para mantener la granja en la temperatura donde las aves se sentirán bien. Si no es posible, hay que tomar medidas correctoras:
El sistema de ventilación debe comprobarse antes de la época de calor empiece. Los ventiladores tienen que limpiarse y las correas de los ventiladores revisar y cambiar si es necesario. Las entradas de aire tienen que ajustarse a las necesidades del flujo de aire, tienen que estar limpios y sin obstrucciones para que el aire pueda correr. La ventilación en túnel y los paneles de evaporación son sistemas de elección. Se recomienda revisar anualmente y actualizar el ordenador de control del ambiente.
La densidad del lote debe estar de acuerdo con las condiciones ambientales. Si la densidad del lote es demasiado alta, el calor radiante entre las aves se acumulará, la temperatura aumentará y el aire no podrá circular entre las aves como es debido. Debe de haber su!ciente espacio entre las aves para que puedan “boquear” y puedan mover sus alas para maximizar las pérdidas de calor.
Cuando las aves están en estrés térmico, aumentara el consumo de agua para calmar el calor. El ratio de agua respecto al consumo de alimento pasa de 2:1 en condiciones normales hasta un 5:1 aves puedan sobrevivir. Para asegurarse que todas las aves tienen acceso al agua, hay que tener suficientes bebederos o tetinas en la granja (ver capitulo recría).
No alimente a las aves durante los momentos más calurosos del día. La mejor estrategia es no administrar alimento antes de cinco a ocho horas antes del pico de temperatura. Hay que mover el sistema de alimentación frecuentemente para estimular el consumo de alimento cuando no hace calor. El comedero tiene que tener poco alimento durante el mediodía para estimular el apetito y asegurarse que las partículas finas, amino ácidos, minerales y vitaminas, del alimento se consumen. La alimentación de medianoche puede ser muy útil de aplicar.
Al reducirse el consumo de alimento en épocas calurosas, la estrategia general es la de concentrar todos los nutrientes al mismo tiempo para ajustar el consumo de nutrientes a la capacidad de consumo del momento. Ver más en el capítulo de nutrición.
El agua es el nutriente más importante y crítico para las aves. Cualquier falta de agua va a tener un impacto directo en el consumo de alimento y producción. Si la falta de agua excede las 24 horas, la producción se verá gravemente afectada. Si la falta de agua excede las 48 horas, se producirá una elevada mortalidad en el lote. Por ello hay que suministrar suficiente agua de buena calidad, estable y de fuentes seguras de agua.
EL agua puede ser un medio de transporte para enfermedades si la fuente está contaminada. Es más, una baja calidad microbiológica de agua puede afectar la salud intestinal y terminar en un proceso patológico que afecta a la producción. La calidad microbiológica del agua en el punto de suministro debe ser controlada y tomar muestras para análisis al menos una vez al año. Esto es aún más importante si el suministro viene de fuentes bajo tierra. Incluso si las fuentes de agua son excelentes, la cloración o los tratamientos alternativos son muy recomendables. El tratamiento de aguas subterráneas es obligatorio.
El contenido mineral y otros elementos pueden afectar de manera significativa la producción y la salud del ave. Incluso aplicando medidas correctoras, es muy difícil y caro modificar las condiciones químicas del agua. Hay que tener en cuenta el tener una buena calidad del agua al construir una nueva granja. Las características físicas y químicas del agua deben de controlarse y tomar muestras al menos una vez al año
En algunos casos, puede suceder un rechazo del
agua suministrada. En estas situaciones se produce una falta de agua:
La buena calidad del aire se debe de garantizar mediante la ventilación apropiada, por lo que tiene que haber una mínima cantidad de gases y polvo. Al mismo tiempo la temperatura de la granja debe ser optima entre 20 – 22 °C con una humedad relativa de 50 – 60 %. La temperatura del día determina la frecuencia de ventilación, aunque en momentos de baja temperatura hay que garantizar un mínimo de ventilación. Este mínimo se calcula en m³/peso vivo/ hora pero el objetivo real es el de tener una calidad de aire con los siguientes parámetros:
Los tubos fluorescentes o las bombillas de ahorro (50-100 Hz) tienen un efecto estroboscopico que estimulara el picaje de plumas y el canibalismo. Además, las aves pueden ver perfectamente en bajas intensidades de luz. La intensidad de la luz variara durante las diferentes fases de producción, pero tenga en cuenta que cuanto más intensa sea la luz, más activas van a ser las aves. Esto puede ser positivo, como lo es en el arranque de recría o negativo, porque puede estimular el canibalismo durante la puesta. En cualquier caso, hay que evitar grandes alteraciones de la intensidad para evitar el estrés. La luz directa del sol debe de evitarse por las mismas razones descritas anteriormente.
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